Cuando un niño tiene que llevar audífonos, no solo debe aprender a llevarlos, también a cuidarlos para que le duren el máximo tiempo posible. Como podrás comprobar, su precio no es bajo, por lo que no pueden jugar con ellos. Desde el primer momento hay que enseñarles que no es un juguete y en consecuencia los deben cuidar al máximo.
Nuestro objetivo es enseñarte una serie de consejos de mantenimiento de audífonos para niños. Una vez que los conozcas, se los podrás transmitir a tus hijos y así los podrás cuidar mucho mejor. Los cuidados no son muchos, pero es importante tenerlos en cuenta para que su duración sea la máxima posible.
¿Qué audífonos comprar a un niño con sordera?
Antes de entrar en detalles, hay que tener en cuenta que tipo de audífono va a encajar mejor con las necesidades de nuestros hijos.
En la actualidad hay diferentes tipos entre los que elegir, pero si no quieres que tu hijo tenga problemas, lo mejor es optar en la medida de lo posible por los audífonos invisibles.
A través de los expertos en audífonos invisibles hemos podido darnos cuenta de que en la actualidad hay una amplia variedad de modelos entre los que elegir. Solo hay que llevar al niño al profesional y el mismo determinará cual de todos encaja mejor con sus necesidades.
La ventaja de disfrutar de los audífonos invisibles es que permiten que el niño pueda hacer una vida normal, sin que los demás niños vean los audífonos. A esas edades, los niños pueden llegar a ser muy crueles, por lo que mejor que pasen desapercibidos.
Por ese motivo, siempre y cuando la pérdida auditiva no sea muy grande, se recomienda optar por los audífonos invisibles. Así la calidad de vida del niño será mayor. Una vez comentado ese detalle, pasamos a mostrarte los consejos de mantenimiento que estás buscando.
1- Guardar bien los audífonos
Hay que enseñar a los niños que cuando los audífonos no se están usando, siempre se deben guardar correctamente. Por supuesto, si optas por un audífono invisible, debes enseñarle a ponerlo y quitarlo correctamente.
Cuando el audífono no se está usando, siempre se debe guardar en la funda que suele ser proporcionada por el fabricante. De esa manera se consigue la probabilidad de que el mismo se estropee o deteriore antes de tiempo.
Hay que tener en cuenta que uno de sus mayores enemigos es el polvo. Por ese motivo, es fundamental protegerlo cuando no está siendo usado. Para que te hagas a la idea, nuestros expertos nos comentan que una sola mota de polvo puede provocar que el audífono no funcione correctamente.
Para evitar problemas, siempre se deben guardar en el interior de la funda. No solo se evitará que el polvo le pueda afectar, también se evitará que la suciedad y otros agentes puedan poner en riesgo su funcionamiento.
Cuando le des esa indicación a tu hijo, seguro que la aprende rápidamente y comienza a hacer la operación de manera intuitiva. Solo se debe acostumbrar y nunca más se lo tendrás que decir, lo hará de manera automática.
2- Limpieza de los audífonos
Para que el audífono funcione correctamente, la limpieza se muestra como una clave super importante. Si tu hijo es pequeño, la limpieza la tendrás que realizar tú, si ya tiene algunos años, puedes enseñarle a hacerla.
La labor de limpieza es muy sencilla, solo hay que pasarle un paño suave para eliminar la suciedad y el polvo. No hay que apretar para evitar dañarlo.
Si el audífono cuenta con almohadillas, entonces deberás retirarlas para obtener una limpieza de más calidad. Quitarlas y ponerlas es muy sencillo y a cambio conseguirás una limpieza profesional.
Debes enseñar a tu hijo que un audífono limpio, es un audífono que va a durar mucho más tiempo.
3- Nunca hay que mojar los audífonos
Una de las cosas que debes dejar clara a tu hijo o hija es que el audífono no se debe mojar, incluso cuando se venden como resistentes al agua.
Es verdad que en ocasiones no se pueden proteger, como en los días de lluvia. En ese caso, hay que enseñar a los niños que cuando llegan a casa, deben secarlos para que la humedad no les afecte. Está claro que, con las pequeñas cantidades de agua, el aparato no se va a estropear. Pero es mejor cuidarlo al máximo para prevenir.
Lo que el menor no deberá hacer es meterse al agua o ducharse con los audífonos puestos. Sufrirían mucho y eso haría que la vida útil descendiese de manera importante. Y recuerda, al niño siempre le debes enseñar que en caso de que se mojen, siempre los deberá secar lo antes posible.
4- Regular el volumen del audífono
Otra manera de cuidarlos es no poner el volumen demasiado alto. Una de las ventajas de las últimas generaciones de audífonos es que muchos de ellos ya incluyen la funcionalidad de regulación automática. Eso significa que el menor ya no tiene que andar manipulando para nada. Eso hará que su durabilidad sea superior.
En el caso de que el modelo cuente con regulación manual, debes enseñar a tu hijo que el volumen nunca debe ser demasiado alto. No solo por su salud auditiva, sino porque la vida útil podría verse penalizada. Encontrar el volumen adecuado es fundamental para cada una de las partes afectadas.
5- No abrir el audífono
Es fundamental dejar claro al niño que el audífono no se debe manipular y mucho menos abrir. En ese caso, el mismo perdería la garantía y la probabilidad de que volviese a funcionar sería muy baja.
Los niños siempre suelen tener curiosidad por las cosas, por lo que es normal que quieran abrirlas para ver que hay en su interior. Pero tú les debes enseñar que no se deben abrir o dejarían de funcionar.
Al principio, puede costar dar las lecciones a los niños, pero en cuanto las cosas pasan a ser parte de su rutina, lo harán de manera automática. Eso quiere decir que al principio tendrás que estar pendiente de que hagan las cosas bien, pero luego ya te podrás olvidar. Todo el mantenimiento lo harán los propios niños sin que tú tengas que estar pendiente.