Practicar rafting es una actividad que cada vez está más de moda. Si nunca has practicado esta actividad, es importante que conozcas todas las medidas de seguridad que vas a tener que tomar para evitar tener un accidente. Pero estas medidas tendrán que ser mayores si vamos a practicar rafting con niños.
¿Dónde practico rafting?
En España hay muchos ríos donde practicar rafting. Pero la verdad es que no todos son aptos para hacer rafting en familia. Siempre tienes que apostar por ríos que sean rápidos y que cuenten con un nivel de dificultad bajo para evitar que los niños puedan sufrir mientras están realizando el descenso.
A no ser que seas una persona experta, siempre te recomiendo practicar rafting junto a tus hijos de la mano de una empresa especialista que te asegure que todo está bien y en consecuencia los niños no corren ningún riesgo. Una empresa especializada te dará la seguridad que estás buscando.
¿Hay que estar en forma física?
La verdad es que la forma física no es importante a la hora de hacer rafting, aunque si es importante tener una buena movilidad para poder hacer los movimientos necesarios.
A pesar de que entre el equipo de seguridad siempre hay que llevar un salvavidas de cuerpo, también se recomienda saber nadar. Si tú o tus hijos no sabéis nadar, lo mejor que podéis hacer es buscar otro deporte de aventura para reducir riesgos.
¿Qué se necesita para hacer rafting?
La ventaja de hacer rafting a través de una empresa profesional es que te ofrecerán toda la equipación que necesitas para disfrutar al máximo sin riesgos. Pero para que te puedas hacer a la idea de todo lo que vas a necesitar, te muestro un pequeño resumen.
Balsa y remo: lo primero que tendrás que tener en tu poder es una balsa neumática en la cual montarte junto a tus hijos y el resto de los acompañantes. A esto hay que sumar un remo para poder remar y así avanza con más facilidad por las zonas donde la corriente no sea tan fuerte. Por supuesto, el monitor siempre os acompañará durante el descenso y os irá dando las indicaciones para que todo salga bien y la experiencia sea buena.
Traje de neopreno: normalmente el agua del río es fría, por lo que se recomienda llevar un traje de neopreno para evitar que el agua nos deje congelados durante el descenso. Además de evitar tener frío, el traje también nos protegerá del agua fría en caso de que nos caigamos de la balsa.
Casco: en la gran mayoría de ocasiones no nos vamos a caer de la balsa, pero para evitar problemas de seguridad, siempre hay que llevar un casco. No solo se recomienda por posibles caídas, sino por posibles golpes de remo de los compañeros o de ramas que nos podamos encontrar durante el descenso.
Chaleco salvavidas: es otra de las piezas que no deben faltar durante el descenso de rafting. Los nuevos modelos son muy ligeros, es decir, no tendrás ningún tipo de incomodidad a la hora de ponértelo. Además, hay modelos para los más peques, por lo que también lo deberán llevar. Recuerda, en la gran mayoría de casos, no te caerás al agua, pero si te caes, gracias al chaleco salvavidas podrás flotar y en consecuencia te será mucho más fácil volver a subir a la balsa.
Esa es la equipación que te ofrecerá la empresa con la cual has contratado el trayecto de rafting. Luego por tu cuenta tendrás que llevar un bañador, zapatillas para río que se puedan mojar, toalla y sobre todo ropa de recambio para que te puedas cambiar una vez que acabes la aventura del rafting.
¿Desde qué edad se puede practicar rafting?
Todo dependerá del recorrido que queramos realizar y del desarrollo del niño. Pero para que te hagas a la idea, se suele recomendar que como mínimo el niño tenga 8 años, aunque algunas empresas de rafting no suelen permitir el acceso a menores de 10 años. Todo depende de las necesidades y exigencias del trayecto que se va a realizar. Por supuesto, los menores siempre tienen que ir acompañados de un adulto que se haga cargo de un buen comportamiento.
¿Hacer rafting tiene riesgos?
Como cualquier otro deporte de aventura, el rafting conlleva algunos riesgos. Pero tranquilo, si apuestas por realizar un trayecto adecuado a tus conocimientos y sigues las instrucciones del instructor, no habrá ningún problema. Como mucho, puede que alguien se caiga de la balsa, pero rápidamente volverá a subir, gracias en parte al chaleco salvavidas. Pero en la gran mayoría de trayectos todo el mundo llega a la meta tal y como salió de salida, es decir, los riesgos son mínimos, sobre todo cuando vamos acompañados de un verdadero profesional del rafting. La verdad, te recomiendo vivir esa gran experiencia.