Cada vez son más los niños que quieren escuchar su música preferida y sus series favoritas a través de los auriculares. Según los expertos, no es algo recomendable, sobre todo cuando son pequeños, pero los datos han demostrado que cada vez está más de moda. Por ese motivo, te vamos a mostrar algunos consejos a través de los cuales tener la certeza de que los niños pueden usar los auriculares sin sufrir problemas de audición.
Antes de entrar en detalles, quiero dejar claro que el uso continuo de auriculares en niños puede provocar problemas de audición importantes. Muchos de esos problemas no se podrán revertir, es decir, le acompañarán durante el resto de su vida. Según los últimos datos, en el pasado año más de tres millones de niños comenzaron a tener problemas auditivos. Muchos de esos niños comenzaron a tener esos problemas por no usar correctamente los auriculares. Para remediarlo te invito a poner en práctica los siguientes consejos:
Limitación del volumen
Si no quieres que tu hijo o hija tenga problemas de audición, es fundamental que controles el volumen que usa para escuchar las cosas que le gustan. El volumen siempre se mide en dB. Es una tarea complicada para los padres, pero siempre tienen que estar pendientes para evitar que escuchen las cosas a un volumen demasiado alto. El problema viene dado en que los cambios de volumen son constantes, es decir, en ocasiones es complicado saber si realmente están escuchando las cosas al volumen adecuado.
Para tener la certeza de que el sonido es el adecuado, lo mejor que pueden hacer los padres es ponerse los auriculares y ver si realmente el sonido es fuerte o el adecuado. Si está fuerte hay que pedirle que lo baje por su bien. Muchos niños no lo comprenderán, por lo que conseguirlo no será fácil.
Si los niños usan auriculares normales sin buen aislamiento y no son capaces de escucharte cuando estás cerca, lo más seguro es que el volumen sea demasiado alto. Si te escuchan con facilidad, lo más seguro es que el volumen sea seguro y en ese aspecto no te tengas que preocupar.
Uso de auriculares adecuados
Se ha demostrado que no todos los auriculares son igual de dañinos para el sistema auditivo de los niños. Para tener la certeza de que los niños van a tener menor probabilidad de perder audición, siempre se recomienda optar por los auriculares adecuados.
Los expertos en audio de https://zococity.es/ siempre nos recomiendan que los niños usen auriculares exteriores. Son menos agresivos con el sistema auditivo y la calidad de sonido puede ser muy buena. Para evitar que el niño tienda a subir el volumen demasiado para escuchar mejor, nos recomiendan optar por auriculares con un buen aislamiento exterior. Gracias a que el ruido no entra en el interior del auricular, se puede escuchar muy bien el sonido sin tener que subir demasiado el volumen. Por ese motivo, es mejor optar por un auricular de calidad, aunque eso suponga tener que hacer un gasto ligeramente superior. La salud auditiva de nuestros hijos siempre debe ser lo más importante.
Por otra parte, también hay auriculares adaptados a niños que harán que en todo momento puedas tener la certeza de que el sonido no es demasiado alto. Este tipo de auriculares suelen estar capados a un sonido máximo de 85dB, es decir, no harán daño a los oídos de los niños. Eso sí, hay que tener cuidado con las horas que pasan con ellos puestos porque un exceso de uso puede traducirse en problemas de audición.
Gestionar la duración de uso
Es muy importante que los padres sean conscientes de que sus hijos no pueden estar todo el día con los auriculares puestos. Como sucede con los móviles o las tablets, los padres tienen que ser capaces de controlar los horarios para evitar los abusos.
Hay que tener en cuenta que la exposición al ruido siempre es acumulativa, por lo que el uso excesivo se suma y provoca los temidos problemas de salud. Para que te hagas a la idea, a un ruido de 85dB puede estar expuesto hasta ocho horas seguidas. Pero si subimos tres dB el sonido, entonces le sonido se duplica y la exposición debería ser de tan solo cuatro horas. Si tenemos en cuenta que el niño está expuesto a muchos más ruidos que el de los propios auriculares, entonces se recomienda que las sesiones de exposición no sean demasiado largas. Y en el caso de que la exposición sea larga, el niño tiene que tener periodos de descanso. Así los oídos se podrán recuperar. Por supuesto, los padres tienen que dar ejemplo a sus hijos. De nada sirve dar órdenes a los niños si luego los padres pasan el día con los auriculares puestos.
También puede ser una buena opción permitirles escuchar a volumen normal la música o series para evitar que los niños se vean forzados a usar los auriculares para escuchar lo que les gusta. Por ejemplo, si van a ver la tele, que la vean a volumen normal. Sus oídos se lo agradecerán.
Paseos por la naturaleza para relajar el sistema auditivo
Como hemos comentado anteriormente, la acumulación de ruido afecta directamente al sistema auditivo. Para conseguir la recuperación del sistema auditivo, puede ser un buen momento de llevar a tus hijos a la naturaleza para que sus oídos se relajen. El sonido de la naturaleza es muy beneficioso a la hora de reducir la carga de ruido. Además, la naturaleza también les ayudará a darse cuenta de que el mundo tecnológico que les rodea en el día a día no es el mundo real. Hay que mostrarles la verdadera realidad y para conseguirlo es fundamental mostrarles la naturaleza que los acompaña fuera de las ciudades.
Un paseo relajante ofrece muchos beneficios, entre ellos una relajación del sistema auditivo. Por supuesto, en ese paseo no deben llevar los auriculares porque entonces no se conseguirás los objetivos marcados. Es importante que tambien aprendan a escuchar las cosas que les rodean.