El objetivo principal de este artículo es ayudarte a elegir el colchón adecuado para tus hijos. Muchos padres piensan que comprando un colchón es más que suficiente para todo el desarrollo de sus hijos. Pero la verdad, no debería ser así. Los niños van creciendo y el colchón debería crecer a su ritmo. Por este motivo, te vamos a mostrar el colchón ideal según la edad de tus hijos. Así podrán estar cómodos, descansar correctamente y en consecuencia crecer sanos. Al fin y al cabo, el descanso es fundamental para un desarrollo adecuado de los menores.
Colchones para bebés
Si estás buscando un colchón para tu bebé de hasta dos años, debes saber que debes optar por un colchón de calidad. El bebé se pasará buena parte del día durmiendo, es decir, será una de las cosas que más use durante los primeros meses de vida.
A la hora de adquirir un colchón de cuan, las dimensiones comunes son 60×120 cm o 70×140 cm. Todo depende de la cuna que hayamos comprado.
Firmeza alta: a la hora de elegir un colchón para tu bebé, te recomiendo que la firmeza sea alta para que se pueda sentir a gusto y pueda descansar sin ningún tipo de riesgo. Por supuesto, tiene que tener una buena adaptabilidad, con el objetivo de evitar el riesgo de plagiocefalia postural.
Higiene: siempre hay que elegir un colchón que sea fácil de limpiar. Los bebés pueden sufrir escapes o vómitos y hay que limpiarlos para que pueda seguir descansando con la mejor higiene posible. Es verdad que se le puede poner una funda, pero es mejor que el colchón también se pueda limpiar con facilidad por si se traspasa la humedad. Fíjate que la funda se pueda lavar en la lavadora.
Traspirable: para que el bebé siempre pueda tener la temperatura adecuada y evitar el riesgo de asfixia, es fundamental que sea fresco y sobre todo traspirable. El objetivo es conseguir eliminar el exceso de calor con facilidad y conseguir que el niño pueda tener aire fácilmente incluso en las posiciones inadecuadas. Por supuesto, si notas que no está en la posición adecuada, mueve a tu hijo en cuanto te des cuenta.
Seguridad: es de vital importancia que cuente con medidas de seguridad que aseguren que el bebé puede descansar sin ningún tipo de riesgo.
Colchones para niños de 2 a 9 años
A partir de los dos años es cuando el niño da el salto de la cuna a la cama de mayores. Es el momento de cambios importantes en su vida y entre ellas es el momento de cambiarle de cama y que deje atrás la etapa de la cuna.
Normalmente la medida más recomendada suele ser de 90×135. Se adaptan muy bien y les ayuda a disfrutar de un descanso adecuado. Eso sí, a la hora de adquirir un modelo u otro nos tenemos que fijar en una serie de detalles.
Firmeza alta: el niño se encuentra en una etapa de pleno desarrollo, es decir, necesita que el colchón sea firme para conseguir un descanso adecuado. Lo importante es que el colchón adquirido tenga una buena adaptabilidad y en consecuencia permita que el menor pueda tener la columna debidamente alienada. Así se evitan posibles dolores de espalda en la actualidad o en el futuro.
Traspiración: para evitar problemas, se recomienda que tenga la máxima traspiración posible. Se ha demostrado que los colchones con alta transpirabilidad son la mejor alternativa para conseguir aumentar su descanso. Además, durante los meses de más calor, el exceso de calor es expulsado al exterior, impidiendo que sea un problema a la hora de conciliar el sueño y descansar.
Colchón con funda: a pesar de que ya tienen unos años, todavía puede haber pequeñas fugas por una falta de control. Por ese motivo, se recomienda que el colchón tenga una funda de protección que se pueda quitar con facilidad para lavar en caso de que se haya producido esa fuga. La funda se debe poder lavar en la lavadora y además tiene que ser fina para que el secado sea rápido. Así el nivel de higiene será alto y la salud del niño no correrá ningún riesgo.
Colchones para niños de más de 10 años
A esta edad es cuando los niños comienzan a crecer a un mayor ritmo, de aquí que haya que comprar un colchón más grande para que puedas crecer sin problemas. En este caso, la medida estándar es 90×135 cm. Pero si quieres un colchón que te dure más tiempo y que te dé margen con su crecimiento, apuesta por colchones 90 x 190.
Firmeza: un buen colchón tiene que ser firme. Piensa que es un colchón que van a usar durante muchos años de su vida. Es decir, puede que ahora no pesen mucho, pero dentro de unos años pesarán mucho más. Para evitar problemas, apuesta por uno de claridad que garantice una buena resistencia al peso, se adapte a su fisonomía y además a las diferentes etapas de desarrollo.
Confort: el descanso es fundamental para un buen desarrollo, de aquí que sea fundamental que ofrezca un buen confort. No cometas el error de comprar un colchón de dudosa calidad, gasta un poco más y asegúrate de que tus hijos pueden dormir a gusto. Te lo agradecerán en el futuro.
Transpirabilidad: para obtener buenos resultados, se suele recomendar que sea traspirable. Se ha demostrado que en la pubertad se puede provocar un exceso de sudoración y temperatura. Para evitar que pueda influir en el descanso, lo mejor es optar por un modelo traspirable que garantice que el exceso de calor es expulsado al exterior.
Funda lavable: es verdad que a estas edades las fugas incontroladas no se suelen producir, pero nunca está de más que el colchón tenga una funda que se puede lavar para mantener la higiene al máximo. Si la funda se puede meter en la lavadora, podrás conseguir siempre las condiciones óptimas y durante más tiempo. Y en caso de fuga o exceso de sudoración, eso no será un problema para el colchón.