Cambiarse de casa siempre es una experiencia emocionante, pero es innegable que conforme vemos lo que se nos viene encima, aunque la ilusión está patente, la pereza y el cansancio no tardarán en hacer mella en nuestra iniciativa. Ahora bien, si tienes niños pequeños notarás que será una experiencia todavía más exhaustiva, aunque tal vez también más satisfactoria, ya que siempre hace ilusión ver cómo tus hijos exploran su nuevo hogar, escogen sus habitaciones y descubren poco a poco su mundo. Además, puede ser también una buena oportunidad, en función de la edad que tengan, de enseñarles algunas responsabilidades y de hacerles partícipes en las tareas del hogar, como puede ser empaquetar los objetos personales, desmontar muebles o limpiar la casa que dejas, o la casa a la que te mudas.
En cualquier caso, no puede negarse que gestionar una mudanza es complicado, especialmente cuando te das cuenta de la cantidad de bártulos que has ido acumulando durante tu estancia en tu actual hogar. Dicen que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes, pero los que nos hemos mudado más de una y más de dos veces sabemos que la realidad es otra: no sabes lo que tienes hasta que te toca vaciar tu casa. ¡Entonces sí sabes lo que tienes! Y si a tus cosas debes sumarles las cosas de tus hijos, que seguramente serán el triple de lo que puedas tener tú a estas alturas entre juguetes, material escolar, ropa… la mudanza puede eternizarse.
Pero no padezcas, en este artículo te traigo algunas claves para gestionar una mudanza con niños para que sea una experiencia lo más suave posible. ¡Vamos allá!
Cómo organizar una mudanza con niños
La vida es bastante caótica de por sí cuando eres padre, pero si encima tienes que organizar a tu familia para que vacíen armarios, deshagan camas, elijan qué se quedan y qué tiran (porque mentiríamos si dijéramos que no aprovechamos cualquier mudanza para hacer una limpieza en profundidad), la vida puede convertirse directamente en un vórtice de entropía. Pero no tiene por qué. Lo cierto es que si sigues unos sencillos pasos puedes conseguir recoger todo lo que necesitas al más estilo Marie Kondo, empaquetar rápidamente siguiendo la mecánica Ford y tener lista la mudanza en menos que canta un gallo, y es que no tienes por qué dar por sentado que tener niños puede suponer una complicación, ¡pues ahora sois un equipo más grande!
En primer lugar, haz a cada niño responsable de recoger su habitación. Evidentemente dependerá de la edad de los niños, pues no puedes decirle a un pequeño de tres años que tiene que responsabilizarse de guardar todas sus pertenencias, pero si tu hijo tiene seis o siete años puedes encargarle la tarea de organizar sus cosas e ir decidiendo qué quiere llevarse y qué ha de tirar. Esto puede dar un poco de miedo porque por todos es sabido que los niños no querrán deshacerse de nada (igual que muchos adultos), pues una vez lo redescubren recuerdan lo mucho que les gustaba lo que sea que hayan encontrado y se resisten a desprenderse de ello. Como sabemos que es así, deja la selección de lo que va a tirarse para lo último y déjale una serie de tareas mucho más sencillas: por ejemplo, si la mudanza va a tener lugar en 5 días, encárgale elegir un outfit para cada uno de esos días y guardar el resto de la ropa que no vaya a utilizar en maletas, bolsas o cajas, dependiendo de cómo estéis realizando la mudanza.
Así, poquito a poquito y siempre con supervisión (sí, no queda otra, tendrás que pasarte de vez en cuando por su cuarto para asegurarte de que no se ha distraído con el peluche de dinosaurio que dejó abandonado hace tres años debajo de la cama), el niño irá gestionando guardar sus propias cosas y tú solo tendrás que asegurarte de que no se ha dejado nada importante.
Convierte empaquetar en un juego
Haz que los pequeños encesten en las cajas de la mudanza los objetos que no corren riesgo de romperse. Ropa, cojines, peluches, juguetes y otros elementos que no sean muy pesados pueden ser una buena opción para que el niño se distraiga un poco del estrés que puede generar una mudanza, pues para niños pequeños dejar atrás su hogar puede ser emocionante pero también un factor de estrés, al estar dejando lo que ellos consideran su lugar más seguro. Hacer pequeños descansos para estar con ellos y comprobar que lo están llevando bien es también un buen ejercicio para que los niños pasen por esta experiencia de la forma más positiva posible.
También podéis hacer una cadena de labores en la que cada uno tenga una tarea específica. No será el juego más divertido del mundo, pero si le encomiendas a tu hijo o hija una tarea importante dentro de la cadena de tareas pondrá empeño en hacerla bien, especialmente si estás ahí para hacerla con él o ella. Pídele montar las cajas, o poner el celo, o cerrar la caja una vez esté llena, o incluso asegurarse de nombrar correctamente lo que hay en el interior de cada caja para luego poder encontrar más fácilmente tus pertenencias. Déjale claro que cada una de esas tareas es muy importante para que la mudanza salga bien, pero no le estreses dándole a entender que no puede cometer errores: el objetivo de esta acción es hacerles sentir una parte importante del proceso, no estresados con él.
Contrata una empresa de mudanzas
La baza más clara y asegurada para el éxito. Contar con un equipo de profesionales a tu servicio que te echen un cable para gestionar todos los pormenores de una mudanza, especialmente cuando también tienes que cuidar de tus niños pequeños, es tu mejor opción. Sin ir más lejos, empresas de mudanzas como Mudanval, ubicada en Valencia, ofrece servicios que abarcan desde empaquetar tus bienes hasta montaje de muebles una vez te instales en tu nuevo hogar. Dependiendo de tu presupuesto y del tiempo del que dispongas para gestionar la mudanza por tu cuenta puedes contratar unos servicios u otros, pero siempre es una buena opción, sobre todo cuando hablamos del transporte de los muebles o de las cajas. Además, si no tienes a nadie que pueda quedarse con tus hijos mientras hacéis tantos viajes el proceso se alargará durante más tiempo del que te interesa, y para ellos también será más agobiante.
Asimismo, contar con una empresa de mudanzas equivale a quitarte varios problemas de la cabeza, pues no tendrás que gestionarlo todo al milímetro en tanto que será la empresa la que lo gestione por ti, desde empaquetar tus pertenencias hasta servicios de elevamuebles, por ejemplo. Échale un vistazo a sus servicios y entenderás que gestionar una mudanza con niños no tiene por qué ser estresante, pues te facilitará mucho el camino para asegurarte de que tus pequeños viven toda la experiencia con emoción e ilusión, y no con estrés.