Una de las decisiones más complicadas pero importantes cada año con la vuelta al cole es la de la elección del material escolar que se utilizará durante todo el curso, siendo los zapatos una de las inversiones más esenciales y a la que más atención debemos prestar, ya que será uno de los elementos que los niños utilizarán durante más tiempo.
Esto significa que la elección del calzado no debe de realizarse a la ligera, ya que los niños pasarán la mayoría del día con los zapatos escolares y, por tanto, deben de ser lo más adecuados posible para ellos.
Uno de los errores más habituales es el de optar por los más baratos, pero lo cierto es que si queremos que nuestros hijos vayan cómodos, disfruten de sus actividades y no sufran problemas de pies o de espalda deberemos tratar este tema con la importancia que merece.
Dicho esto, te dejamos a continuación algunas de las claves que debes de preguntarte a la hora de escoger el calzado del cole para tus hijos en función a lo que es mejor para ellos.
1 Propósito
Lo primero que tenemos que considerar es la finalidad que se le dará a esos zapatos.
En todos los colegios se realizan actividades deportivas y, además, los niños suelen divertirse jugando en los recreos, de modo que habrá que tener en cuenta que es necesario comprar distintos tipos de zapatos en función a los usos, pues habrá uno que se utilizara con el uniforme y otro que se utilizara con el chándal.
No se aconseja en absoluto comprar un mismo zapato para todas estas actividades, ya que no solo se desgastará con más facilidad tras las largas horas de uso, sino que además podrá perjudicar al niño.
Deberemos adquirir unas deportivas para las horas de gimnasia y unos zapatos lo suficientemente resistentes para que aguanten durante las largas horas de juego en los recreos, además de en las actividades extraescolares.
2 Ergonomía
Otra de las características más importantes es la de la comodidad del zapato, pues, como hemos dicho, el niño pasará muchas horas vistiéndolo.
Eso implica que el zapato que escojamos debe tener una ergonomía adecuada para adaptarse a su pie y, de este modo, es esencial escoger la talla adecuada. Nunca deberemos optar por comprar una talla superior pensando en el futuro, ya que habrá que cambiar los zapatos anualmente conforme el pie del niño crezca.
Además de esto, otras características que deberemos tener en cuenta son, por ejemplo, las suelas. Las de goma siempre serán más flexibles y antideslizantes y, como consecuencia, ayudarán a una mejor postura.
De la misma forma, el material del zapato marcará la diferencia a la larga, por esto siempre se aconseja elegir materiales naturales como la piel con la finalidad de asegurar que el pie está bien transpirado, sujeto y de que no sufrirá de rozaduras.
Otro apunte en el que fijarnos es que el zapato no cuente con una cuña o tacón demasiado pronunciado, ya que cuanto más plana sea su forma más cómodo será de usar.
3 Sujeción
Existen multitud de tipos de zapatos, ya sea con cordones, con velcro o sin ningún tipo de sujeción, y aunque dicha modalidad parezca algo insignificante es realmente importante.
Antes de comprar vale la pena valorar primero las actividades que realizará nuestro niño, ya que en función de lo mucho o poco que vaya a moverse y lo juguetón que sea con ellos puestos convendrá un tipo de zapato o otro. Piensa que muchos niños juegan a deportes en los recreos, y si no visten deportivas pueden hacerse los pies polvo e incluso esguinzarse.
Por lo general, lo más común es optar por comprar zapatos con velcro, ya que la mayoría de los niños, por muy pequeños que sean, pueden abrochárselos sin ninguna dificultad. Asimismo, son los que más actividades permiten realizar a la hora de ajustarse a las características específicas de los pies de cada niño. No solo eso, sino que ofrece mucha más sujeción que los zapatos sin ningún tipo de enganche y permiten más transpiración que los zapatos de cordones.
4 Estética
Otro aspecto interesante y, seguramente en el que nos fijamos por encima del resto, es el de la estética.
Aunque es importante que el zapato nos parezca agradable a la vista y que combine en color con el uniforme del niño, lo cierto es que esto es lo de menos, pues el aspecto que más deberíamos de contemplar es el de la comodidad.
De todas formas, estas dos características no tienen por qué estar reñidas, y si sabemos dónde buscar es fácil comprar un zapato cómodo de usar y estéticamente bonito a la vista. La mejor opción en estos casos es la de acudir a tiendas especializadas en calzado como https://lavalencianacalzados.com/zapatos-colegiales, que cuenta con un catálogo muy amplio de zapatos para el colegio y que trabaja con distintos colores para adaptarse a todo tipo de uniformes.
5 Forma
También tendremos que considerar aspectos más allá de la talla como, por ejemplo, su longitud, anchura y la forma en general del zapato, ya que algunos terminan en punta y otros que son más redondeados. La elección dependerá del tipo de pie del niño, pero lo cierto es que resulta mucho más adecuado elegir zapatos que sean anchos y que cuenten con espacio suficiente en la parte delantera para que no opriman los dedos.
Todo esto es importante para respetar el perímetro del pie y permitir una buena articulación en los dedos ya que esto puede afectar a la planta del pie y a la forma de caminar y si no se cuida puede derivar en problemas.
6 Temporada
Quizás un detalle que podemos pasar por alto es el de la temporada en el que se utilizarán estos zapatos. Aunque la opción más común suele ser la de elegir un zapato estándar que pueda vestirse tanto en invierno como en verano, también puede darse la posibilidad de que escojamos un zapato abierto y que necesitemos comprar otro zapato cerrado para invierno. Asimismo, no está demás comprar algún botín o bota para la temporada de lluvia.
Este aspecto es importante también si tenemos en cuenta la transpiración del zapato, pues deberemos comprar un calzado que sea lo suficientemente transpirable para llevar en verano para evitar problemas de mal olor y sudoración.
7 Plantillas
Esta última característica resulta también muy importante, en especial si el calzado que le compramos al niño no le queda cien por cien ajustado, pues por defecto el interior del zapato debe ser lo suficientemente cómodo y transpirable para que el pie no sude, y la plantilla puede ayudar con ambas cosas.
Muchos zapatos escolares vienen con plantillas extraíbles incluidas y esto puede resultar en una ventaja, ya que de este modo es más fácil airearlas y si la talla se empieza a quedar pequeña pueden retirarse.
Además de esto, existen numerosas plantillas anatómicas con las que podemos hacer que los zapatos del cole se vuelvan mucho más cómodos para nuestros niños.